Los monjes llevan siglos perfeccionando el arte de hacer cerveza en sus abadías. Rendimos homenaje a su silenciosa y contemplativa labor con nuestra interpretación de una Quadrupel Belga madurada en nuestro Foeder. Oscura y de gran complejidad, con notas tostadas, especiadas, frutales y elegante tibieza alcohólica, invita a compartirla y degustar con parsimonia. Brindemos con agradecimiento por las cosas simples de la vida que tanto gozo traen, por los amigos y una cerveza bien hecha. Santé.