La levadura Kveik, de origen noruego, fermentó y biotransformó el lúpulo en deliciosa cerveza en pocos días. Tras cuatro generosas adiciones de lúpulos americanos (Ekuanot y Amarillo) y una paciente maduración en frío, MaicroMachín emerge turbia y llena de sabor.
Sin filtrar para respetar su textura sedosa y todo lo bueno del lúpulo. El aroma recuerda a jugo de melocotón con naranja y algo de piña en el retrogusto, prácticamente un fruit punch tropical. En sabor, recuerda a cítricos, con un amargor suave y limpio. La sensación en boca es jugosa y sedosa, con cuerpo medio y final seco. De nuestros sueños a sus copas, por y para ustedes!